martes, 3 de mayo de 2011

VII COMUNICADO. INCENTIVAR LA PARTICIPACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA.


Para Alternativa Municipal Española (AME) se hace necesario incentivar la participación popular en el interior de las instituciones municipales, a través de una fórmula de democracia directa o participativa, en detrimento de la indirecta o representativa, que posibilite el control ciudadano sobre todas las manifestaciones del poder municipal, permitiendo que el pueblo ejercite el poder sin mediadores, interferencias o entes interpuestos que puedan deformar o desnaturalizar la voluntad popular. También es prioritario para AME que la opinión de los ciudadanos sea tomada en cuenta en la formación de la voluntad del gobierno municipal.

Alternativa Municipal Española (AME) afirma sin ambages que la democracia participativa o directa representa una alternativa que posibilita la operatividad del poder popular frente a la democracia indirecta o representativa, responsable de haber vaciado de contenido el ejercicio del poder por el pueblo, como tristemente se ha demostrado durante los últimos años en San Lorenzo de El Escorial. De este modo los partidos políticos perderían protagonismo en favor de los ciudadanos, a quienes han venido usurpando el protagonismo que deberían tener, limitando abusivamente su participación política, sin importarles el incumplimiento sistemático de sus programas electorales, las alianzas contra natura o el apoyo a medidas políticas contrarias a la opción ideológica que representan.

Asimismo, Alternativa Municipal Española (AME) apuesta por la democracia directa ya que ésta ofrece una alternativa fundada en la participación inmediata de los ciudadanos en el ejercicio del poder municipal, de modo que cada uno pueda expresar, sin ningún tipo de mediadores ni clase alguna de interferencias, su punto de vista sobre las cuestiones que se someterían a su opinión; además de que la democracia directa o participativa resolvería las disfunciones que sufren los procesos electorales (bipartidismo, nula representación de las opciones minoritarias, mantenimiento del principio de igualdad del sufragio, orden de prelación o listas cerradas impuestas por los partidos), la corrupción que se produce en la democracia indirecta o representativa (grupos de presión que influyen sobre los concejales para la defensa de intereses privados, financiación de los partidos por grupos económicos que influyen en sus decisiones, compra de votos por parte de determinadas oligarquías) y la manipulación de la opinión pública para favorecer determinadas decisiones políticas (sondeos de opinión sesgados, encuestas de muy discutible validez sociológica). Apostar por una fórmula política que no fuera la democracia directa o participativa sería cerrar los ojos ante los signos del progreso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario